Escrito por Gloria Fuentes Sáenz
lo
negro del cuero suave sobre tu pecho viril
me
arrojan a hacer a un lado lo romántico
porque
incitan al mismo tiempo todos mis sentidos.
Reminiscencias
salvajes entran por mi nariz;
el
sonido de gorgoteos ancestrales aviva mis entrañas
y antes
de siquiera tocarte, la húmeda caverna
está
presta a desbordarse en orgasmos.
Rígido
y palpitante, un animal navega en mis profundidades.
Con
gozo embiste, chapotea en el ardiente arroyo,
danza
con frenesí, parece retirarse pero de pronto estalla,
convertido
en una ola de fluidos que anegan la caverna.
La
curtida piel de la negra prenda quedó a un lado, desplazada
por la epidermis de un macho y una hembra en celo.
Mientras
reposamos, olfateo y disfruto cómo en esta habitación se han
mezclado los aromas de los taninos, el sexo, tú y yo.
Gracias, Jorge, por publicar. Espero que este poema guste a los lectores y lectoras de este blog.
ResponderExcluirGracias, Jorge, por la publicación. Espero que este poema guste a los lectores y lectoras de este blog, y les traiga placeres olfativos. Saludos.
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