UMA NOITE.....UMA NOTICIA.....UMA DECEPÇÃO

Escrito por Jorge Marques da Silva




A noite cai, a lua esta cheia e o corpo cansado.
Aproveito para recostar meu corpo.
Entrelaçar meus braços atrás de minha cabeça.
Esticar as pernas.
Relaxar o corpo e acalmar a mente cansada pelo dia quente.
Sob o luar escuto uma suave melodia.
Não quero pensar em nada, só quero relaxar.
Mas como ficar relaxado se uma noticia não falada me incomoda.
Incomoda-me tanto que me dá dor de cabeça.
Como sou tolo e idiota....Nunca vou aprender!
Acredito naquilo que me falam.
E quando escuto percebo que fui enganado.
As inverdades me decepcionam.
Quando jogar tudo para o alto.
As noticias não mais me farão mal.
Poderei relaxar e ser feliz.

TUDO BEM! SOLIDÃO CONSENTIDA

Escrito por Jorge Marques da Silva


Fim de dia.
O sol já vai se escondendo.
O corpo cansado.
A mente desgastada.
Abro a porta esperando um doce sorriso.
Não escuto nada.
Chamo.
Olho por todos os cantos.
Nada encontro.
Tudo apagado.
Casa vazia.
Silêncio em todos os sentidos.
Escuto meu coração.
Dor no peito.
Lágrima no rosto.
Não posso reclamar.
Deixei acontecer.
Fiquei calado.
Agora estou sozinho,
e na lembrança aquele doce sorriso.
Sorriso de criança.

MERENDANDO TRAS EL OJETE DE LA CERRADURA

Escrito por Carme Barba
Se alejaba de la moto en el mismo momento que yo pasaba por su lado y al darse la vuelta, me cogió desprevenida. No me dio tiempo a esquivarlo y me propinó un buen golpe. Era corpulento y casi me hace caer a no ser por una mano recia que me sujetó con fuerza a la vez que se disculpaba reiteradamente, preocupado por una posible contusión.
—Un cardenal como mucho —le tranquilicé.
Tenía una sonrisa turbadora, quizás por los pequeños ojos que tras el cristal de las gafas parecían bailar divertidos y encantados con la situación. Tras asegurarse de que me encontraba bien, nos despedimos, no sin antes entregarme una tarjeta personal por si aparecían secuelas. Mientras le veía entrar en un portal leí la tarjeta: “asesor financiero”. La guardé en el bolsillo y seguí mi camino.
A media tarde, volví sobre mis pasos. La moto seguía aparcada e inconscientemente me acaricié el costado, todavía dolorido por el golpe. Era hora de merendar y el olor a bollería recién hecha que salía de la cafetería de la esquina me sirvió de excusa para satisfacer mi curiosidad. Entré, pedí y tomé asiento cerca de la ventana, con vistas al portal.
Estaba hambrienta y me dejé tentar por la chocolatina que acompañaba al capuchino. Estaba rellena de licor y al morderla el chorro me inundó la boca y el chocolate se fundió entre los labios. “¡Qué delicia!”, susurré dejándome embriagar por el intenso olor a torrefacto recién molido que se respiraba en el local.
Acababa de apurar el capuchino, cuando le vi salir del portal. Su sonrisa, la chaqueta abierta, el andar seguro…No cabía duda de que aquel hombre había triunfado y tenía la sensación que no exactamente en el ámbito profesional. Sin motivo alguno, me asaltó un irrefrenable pinchazo de celos al que le siguió un deseo incontenible por seducirle. “Este hombre tiene que ser mío, sea como sea”, me prometí sin quitarle ojo mientras subía a la moto. No me costó imaginarme sentada tras él, con el pecho pegado a su espalda, el roce en la entrepierna al abrirse paso entre sus nalgas y mis manos deslizándose hasta aquel miembro saciado por otra…Me estaba excitando más de lo debido y cuando desapareció calle abajo, pagué la cuenta y me acerqué al portal del que había salido. Era un edificio de viviendas modernista y algunas placas indicaban la presencia de despachos profesionales. Recordé la tarjeta que me había dado y me decidí por el gabinete de abogados. Llamé y al cabo de unos instantes se oyó un chasquido y la puerta cedió.
El ascensor era viejo y lento y me entretuve practicando una falsa identidad ante el espejo. La cafeína había empezado a surgir efecto y con ella la desinhibición y la inspiración. Al salir del elevador observé que la única puerta que había en el rellano estaba entreabierta, tenía la misma placa que la de la calle y la empujé, pasando a un recinto con un mostrador tras el cual no había nadie. Mire alrededor: un largo pasillo a la izquierda con una puerta al fondo y dos puertas en la misma recepción. De repente, una de ellas se abrió y apareció una joven pelirroja. Al mirarme y ver a una mujer no pudo disimular su decepción y automáticamente intentó cubrir con su larga melena lo que el ajustado jersey se negaba.
—Lo siento, el interfono ya hace semanas que no funciona y desde el baño no se oye nada. Además, a esta hora, los viernes ya no recibimos clientes, ¿puedo ayudarla en algo? —concluyó su especie de disculpa mientras se sentaba tras el mostrador exhibiéndome  parte de su lencería íntima. Le conté un problema ficticio con el fisco y ella me escuchó con atención, a la vez que intentaba bajar una minifalda que no tenía más tela para cubrir los anchos muslos.
—¿Pueden encargarse del asunto?  —concluí divertida con su coqueteo.
—Por supuesto, pero los viernes por la tarde solo está la abogada Susana Bau y hoy ya ha despachado al último cliente. Si quiere, puedo darle cita para otro día —me informó consultando en el ordenador. Entretanto, me fijé en una bandeja con restos de bollería y cafés que había en una mesa rinconera.
—Veo que también son clientes de la panadería de enfrente— me arriesgué.
—¡Pues sí! ¡A Susana y a mí nos chiflan los bollitos de crema, al igual que al financiero que la asesora los viernes por la tarde! —exclamó entusiasmada pasando a un trato totalmente informal.
—¿Sabes? —añadió bajando la voz e inclinándose hacia mí— Ese día de la semana aprovechamos que estamos solas para pedir que nos suban la merienda. Ella se encierra en su despacho con el asesor — me indicó señalando hacia el pasillo de la izquierda— y a mí me da un par de horas libres para ir de compras. Susana es mi tía y es un encanto— concluyó con una ingenuidad alarmante para una chica de su edad.
Así que era eso: los viernes el financiero merendaba con la abogada…
Había conseguido la información que necesitaba y, ante la sorpresa de la pelirroja, anulé la cita y me despedí con una excusa tonta que a ella le pareció seria y justificada.
Aquel fin de semana se hizo eterno: la cabeza no dejó de tramar y la libido de azotarme sin descanso. Necesitaba seducir a aquel hombre y desbancar a la intrusa, pero por encima de todo…, deseaba adueñarme de su polvo.
Cuando por fin llegó el viernes por la tarde, me vestí con una camisa blanca, una mini falda a juego y unas botas de tacón y caña alta, rojo carmín.
Como era de esperar, el interfono seguía sin funcionar, el ascensor igual de lento y en la recepción, no había nadie, “¿Qué más podía pedir?”, pensé encantada dirigiéndome al final del pasillo hacia donde la pelirroja había señalado. Al llegar a la puerta del despacho de la abogada observé que el cierre era a la vieja usanza. El morbo de espiar por la cerradura me tentó y me dispuse a contemplar el espectáculo. 
Uma rubia madura de buen ver estaba de pie ante el escritorio. Iba vestida con un jersey escotado y una falda tubo que le marcaba una fina cintura y unas caderas anchas, al igual que las de su sobrina. Él estaba de espaldas y solo podía verle el traje oscuro. Se acercó a ella, la cogió por el culo y atrayéndola bruscamente hacia él, la besó con ardor, a la vez que empezó a magrearle los pechos. Eran generosos y los aplastó con las palmas de las manos hasta hacerla gemir. Me toqué los míos. Estaban duros, locos por ser poseídos por aquellas manos que ya habían tocado mi piel y deseado mi cuerpo, aunque él no lo había manifestado por respeto. Estaban hechas para acariciar y arrasarme el sexo y solo tenía que entrar y mostrarle lo que únicamente yo le podía ofrecer.
En un arrebato de lujuria, dejé de mirar por la cerradura, me despojé del sujetador que dejé colgando del pomo y abrí la puerta sigilosamente. Ellos, ni se dieron cuenta y entré. En aquel instante, las manos de la letrada ya buscaban su pene, mientras las de él le arremangaban la falda, descubriendo unas piernas voluptuosas enfundadas en unas panty que bajó hasta permitirle llegar a la braguita, separarla y meterle los dedos en la vulva, haciéndola gritar de placer. Era la ocasión  perfecta y tras un saludo, hice una breve presentación, como si fuera lo más normal del mundo entregar una citación en pleno acto carnal. Él me miró sorprendido, pero aquellos ojitos volvieron a bailar encantados. Ella, nerviosa, retiró la mano de la entrepierna abultada de su asesor, aunque no pudo deshacerse de la que él tenía en el coño. Mientras, el muy cabronazo no dejó de mirarme, mojando el mío y retándome a agarrar aquella mano obscena para llevarla a mi guarida.
Cuando conseguí dominar los impulsos primarios que me asaltaron me acerqué más a ellos, vislumbrando un pene tieso bajo el pantalón del traje y un pezón fuera del sujetador, y mientras ella intentaba recomponer el aspecto roto por mi interrupción, le entregué un sobre. Me preguntó algo pero no le contesté, absorta en persuadir aquel macho de que ya nada deseaba del pubis que seguía bajo su tutela. Me sonrió y despacio devolvió la braguita a su sitio y pretendía hacer lo mismo con las panty y la falda mas ella indignada por lo que estaba leyendo, lo separó con brusquedad.
—¡Pero si este juicio empezó hace más de una hora! —exclamó enfurecida —¿Cómo no se me ha informado antes, inepto? —se dirigió de repente contra él.
Sin embargo, lejos de sentirse intimidado, el financiero le plantó cara.
—Creo que lo mejor es que cojas un taxi y vayas lo antes posible —le sugirió.
—¡Joder! —fueron sus últimas palabras antes de salir con un portafolios y un sexo humillado.
Al quedamos solos, me miró con atención.
—¿Esto lo haces muy a menudo? —preguntó avanzando hacia mí.
Mi cuerpo sudoroso olía a hembra en celo y las aletas de su nariz rastreaban los efluvios de mi sexo.
—Solo cuando veo que el hombre que deseo está perdiendo el tiempo con otra — le contesté.
—Eres peligrosa…—juzgó, aproximándose.
—He pasado toda la semana esperando este momento y lo último que quiero es estar de cháchara contigo—le interrumpí cogiendo un bollo de la merienda, todavía intacta sobre el escritorio.
Al partirlo por la mitad, la crema resbaló por la pasta y la recogí con el dedo. Le tenía muy cerca y empecé a perfilarle el labio superior, hasta que me agarró la muñeca. La sonrisa de sus ojos se había convertido en una mueca de lascivia y el cuerpo me empezó a temblar bajo el presagio del acto anhelado. Intenté apaciguar el delirio acumulado mordiendo el bollo que todavía sujetaba con la otra mano, pero antes de conseguirlo él basculó la pelvis contra mi pubis revelándome su erección. El bollo cayó al suelo y me agarró la otra muñeca, dejándome indefensa a merced de las embestidas de su falo. Luché por soltarme y cuando finalmente lo conseguí, necesite unos segundos para recuperarme del esfuerzo. Notaba la piel sudorosa y los pechos se movían al ritmo de mi acelerada respiración, desprovistos del amparo del sujetador. Bajo la fina blusa, no tardaron en clamar su atención. Ojos y manos fueron a su encuentro y mientras yo le aflojaba la corbata y le desabrochaba los botones de la camisa, él me besaba el escote y metía la cabeza entre la tela de la camisa, separando los botones del ojal hasta apropiarse de unas tetas hinchadas y excitadas, primero con la lengua, rodeando la areola; después con los labios, chupando los pezones. El goce era insufrible y en un arranque de locura le tiré del pelo con el deseo de ahogarlo entre ellas, mientras su pene seguía embistiendo y las manos bajaban la cremallera de mi falda. A cada cornada yo retrocedía, hasta que topé con una
mesa bajera. Me senté sobre ella y me recliné hacia atrás, apoyándome sobre los codos. Crucé las piernas, sintiendo como el encaje del tanga se colaba entre la vulva, rozándole las paredes y mojándose con sus fluidos. Tenía el sexo ardiendo y la mente febril, permitiendo que fuera la locura la que hablara por mí.
—Ahora quiero que te desnudes —le ordené balanceando la pierna y disfrutando del friegue de la áspera blonda entre los labios de mi sexo.
Tras dudar unos instantes, decidió empezar por la corbata.
—No, déjatela puesta— exclamé fantaseando con la fetichista imagen de su cuerpo desnudo y aquella prenda rodeándole el cuello.
En seguida captó mis preferencias y tras despojarse de la americana, desabotonó lo que quedaba de la camisa, hasta dejar al desnudo un pecho corpulento. Sentí como el clítoris se inquietaba y cambié el cruce de piernas, abriéndolas para después volverlas a cruzar, despacio, provocando que el tanga ya empapado, lo descapullara.
Con la boca entreabierta y la mirada perdida en mi coño desabrochó el pantalón que fue resbalando, replegándose sobre sus zapatos y mostrando un slip negro ajustado y abultado, con el capullo fisgoneando por un lateral.
—Esto, es todo lo que hoy vas a conseguir de mí —sentenció entonces tocándose los genitales con alevosía.
No le hice caso y tras chuparme el dedo índice lo pasé por aquel capullo rosado y brillante que se agitó bajo mi tacto, para seguir presionando el resto del tallo con la palma de la mano hasta llegar a los testículos. Los saqué del calzoncillo y después de masajearlos, continué bajando por la entrepierna, peinando el vello hasta las rodillas.
—Es cuanto necesito —le contesté al terminar.
Cerré los ojos y me eché de espaldas sobre la mesa, con las piernas separadas, encogiendo las rodillas y apoyando los tacones sobre el canto del mueble. Había guardado todos los detalles en la memoria y la imagen del capullo rosado llegó en forma de dedo que introduje al encuentro de un clítoris desnudo y juguetón al que solo le faltaba un zimbreo para agonizar. Con los labios empapados apreté con fuerza la vulva, hasta que sentí un roce en la entrepierna. Abrí los ojos y contemple su miembro al acecho, excitado y babeando al saborear la inminente penetración. Sonreí al detectar su falta de voluntad ante la opción de un buen polvo, cerré de nuevo los ojos y le empujé con la suela de las botas en señal de rechazo.
—Esto es lo único que vas a obtener hoy de mí, ¿recuerdas? —me enfrenté a él con sus mismas palabras.
El corazón me latía con fuerza y el sexo me ardía con locura e instintivamente, entrelacé las piernas en el aire, rodeándole el fornido y ficticio cuerpo que me aplastó los pechos cortándome el aliento, sintiéndole los pezones sobre los míos. Intenté elevar la pelvis para devorarle el miembro con los labios, pero el peso de su cuerpo me lo impedía. Pensé en las veces que había soñado aquel momento y apreté su miembro, engulléndolo hasta que le oí jadear. Su entrega culminó mi ansia a la que di rienda suelta, agarrándome al borde de la mesa en un último estremecimiento.
Cuando abrí los ojos, mis dedos seguían húmedos en la entrepierna. Me incorporé con dificultad y observé restos de semen en el suelo. Miré alrededor: estaba sola. No le había oído marchar.


Tenho minhas crenças particulares
que me fazem ser como sou.
Sou o que sou !
Tenho a certeza de que,

o que aqui se faz aqui se paga.

LIBERDADE! UM GRITO DE BRAÇOS ABERTOS

Escrito por Jorge Marques da Silva

Corpo massacrado pelo tempo.
Coração enfraquecido pelo esforço.
Pernas que fraquejam num lento caminhar.
Mãos que tremulam para um doce afago.
Lembranças que se perdem.
Pensamento ao longe.
Imagens escurecidas.
Num momento de desespero.
Levo de repente as mãos ao alto.
Encho meus pulmões.
E num grito alto e demorado, clamo por liberdade.
Liberdade para viver sem medo.
Liberdade para ser sem receio.
Liberdade para no dia que deixar de existir, possa ter na minha lapide escrito com letras garrafais:


“Aqui descansa um homem liberto das correntes que a vida lhe quis colocar”

LUCIDEZ, UMA CERTEZA, NÃO UMA DADIVA

Escrito por Jorge Marques da Silva
Estou extasiado.
Estou tremendo.
Estou suando.
Estou com frio.
Estou com calor.
Tudo me incomoda.
Tudo me persegue.
Tudo me assusta.
Tudo me corrói.
Tudo me destrói.
Não tenho nada, e nem quero.
Não preciso me enganar, eu enxergo.
Não preciso me calar, sei que escuto.
Não tenho nenhum dom especial, sou humano.
Não tenho poderes, não ganhei uma dadiva divina.
Pensei que fosse único, percebi que somos vários.
Pensei que fosse normal, entendi que.....
Parei por aqui e pensei!
Estou louco?
Não, tenho certeza da minha lucidez.
E que me desculpem aqueles que pensam
que a loucura é a falta de lucidez.
Eles estão completamente sem alma,
porque a loucura é a lucidez da alma.

AS ILUSTRAÇÕES DE JULIA LAROTONDA (JULIARO)



Julia Larotonda (Juliaro) Nasceu em Buenos Aires, Argentina em junho de 1979.
É artista, designer e cineasta recebida na Universidade de Buenos Aires. Especializou-se como roteirista estudando em “Guionarte”.
De criança e adolescente cursou 9 anos no Instituto Vocacional de Arte (Ex Lavarden). Trabalhou como ajudante na cátedra de Introdução ao roteiro na Uba e na Escola Profissional de cinematografia Eliseo Subiela junto ao escritor Lito Espinosa.
Escreveu vários documentais, curtas, unitários e longas. "Luz, cámara, acepto" (Luz, câmera, aceito) é seu primeiro romance publicado por Plaza & janés, no ano 2008.
Criou "Comarca arcoiris", (Vila arcoiris) uma iniciativa para conscientizar a crianças das mudanças climáticas que estamos vivendo e que unindo forças se pode ajudar à mãe terra.
Gravou um CD infantil com esta temática junto ao grupo Pintou música e hoje fazem shows. Em paralelo, Julia nunca parou de desenhar e pintar; um pouco autodidata, outro pouco curiosa,desenvolveu-se nas artes plásticas que sempre levou no sangue.

Em 2012 participou da agenda Reve elles Francia, e ilustrou o numero de inverno da revista Reve de Femmes- Francia,  em 2013 Ilustrou o livro Praticas Bioxamanicas (Samuel Souza de Paula), A agenda mulher perpetua (Laura Martinez Hortal).
Trabalha na campanha de Maggacup, desenha logotipos e outras imagens.
Atualmente reside em São Paulo e em João Pessoa, onde trabalha como ilustradora e pintora freelance e faz exposições de sua obra "Mulheres da terra" em diversos espaços.

Por outro lado, esta artista multifacética segue seu caminho espiritual organizando a benção de útero e guiando círculos de mulheres para o resgate do Sagrado feminino.
Também mensalmente oferece seu workshop  "Meu ciclo, minhas fases e a lua"  por várias cidades do mundo.



CUERPO A CUERPO

Escrito por Gloria Fuentes Sáenz

Después de tensa y anhelante espera,
llega la batalla de los cuerpos en el lecho.
Tras escaramuzas que recorren
mi territorio por completo,
con roces de tu ardiente espada
incitas mi cerrada fortaleza hasta que,
casi a gritos, te ruego penetrar el bastión.
Cual si hubiese puerta a vencer,
el ariete poderoso ataca, empuja hasta doler.
Líquido hirviente derraman mis murallas,
mas no en maniobra defensiva…
Te aprisiono con brazos y piernas,
cubro tu cuello y hombros de saliva.
Pareces defenderte con los dientes,
pero ello sólo encarniza la lucha.
Los bravos guerreros al fin,
en un solo alarido, cantan victoria.
Ninguno pierde, ninguno gana…
Y apenas terminada esta contienda,
esperan el momento de la siguiente batalla.

A ESCRITORA MEXICANA GLORIA FUENTES SÁENZ




Investigadora, escritora, lexicografa, editora, locutora e jornalista. É autora de contos e de vários livros sobre temas diversos.
Como lexicógrafa é coautora do Dicionário de Sinônimos, Antônimos e Ideias relacionadas do Editorial Larousse e também participa de outros dicionários como redatora e revisora.
Atualmente tem dois romances terminados e  ainda não publicados, além de outros em preparação.
Depois de alguns anos e considerando o seu primeiro livro uma simples tentativa como escritora, retorna agora escrevendo poesias e narrativas eróticas.



CONTATO DA ESCRITORA


APOIO

FELICIDADE, UMA TRISTE SINA.

Escrito por Jorge Marques da Silva

Nascemos, crescemos e morremos procurando a felicidade.
Nascemos, e quando criança a felicidade é poder estar perto dos pais e brincar em nosso mundo encantado da imaginação.
Começamos a crescer, então começam as mudanças, nos transformamos em adolescentes, a felicidade passa a ser ficar, beijar, ficar de papo pro ar sem fazer nada, ser rebelde sem causa.
Continuamos a crescer, nos tornamos jovens, a balada, o álcool, o cigarro, transar, o primeiro carro e alguma coisa a mais passam a significar felicidade.
Chega a fase adulta, trabalho, casamento, sonhos, filhos, patrimônio, e a felicidade começa a escapar pelos nossos dedos.
Começamos a viver em função dos filhos, trabalhamos para garantir o futuro deles, não damos conta que estamos esquecendo o nosso presente e perdendo os nossos sonhos.
Inicia-se a velhice, não temos mais forças para sermos o que éramos, e neste instante nos encontramos sozinhos num asilo qualquer, sem trabalho, sem sonhos, sem futuro, largado por aqueles que fizemos de tudo para garantir um bom futuro.
Agora só nos resta chorar pela felicidade que jamais alcançaremos, entristecer pelos sonhos não realizados e morrer acreditando que seremos felizes do outro lado

                                                                   se ele realmente existir!

CURTOS DEVANEIOS DE UMA ALMA EMBRIAGADA

Escrito por Jorge Marques da Silva
No vento me vou!
Não me procures,
pois o vento ao mundo pertence.

Me sinto livre como o vento,
viajando livre por sobre as montanhas verdejantes.

Ainda bem que levamos no coração os bons momentos vividos.

A planta que mais importa ser cuidada
morre seca e largada.

O mais lindo da vida é ser sincero
e acharem que você esta de fogo
e não sabe o que fala.

AQUI A CASA É ASSIM

Escrito por Rose Kareemi

Aqui em casa é assim:
Canto de passarinho,
fruta colhida do pé,
gato passeando pela casa
cachorro latindo no quintal.

Aqui em casa é assim:
Música tranquila na caixa de som,
Café quentinho no fogão,
mandioca comprada na porta, recém colhida da horta.

Aqui em casa é assim:
Jantar em volta da mesa,
mulheres juntas falando,
e um homem ouvindo.

Aqui em casa é assim:
Fogueira trepidando no quintal
roupa secando no varal
amigos que chegam e se aquietam.

Aqui em casa é assim:
Conversa na varanda a luz de vela,
violão tocando cantoria
e a alegria das risadas pelo ar.

Aqui em casa é assim:
Caldo quentinho na panela
torrada de pão pra acompanhar.

Aqui em casa é assim:
Coração grande pra se aconchegar
E sorriso no rosto pra iluminar
Tem flor pra enfeitar
sapo pra cantar e embalar o ninar!

SE EU PUDESSE MUDAR O MUNDO

VIDEO POESIA PRODUZIDO PELA ESCRITORA MARCELA RE RIBEIRO
MÚSICA DE FUNDO: ERIC CLAPTON "CHANGE THE WORLD"



A ESCRITORA
Graduada em Comunicação Social, com especialização em jornalismo e reconhecimento de grau pela Universidade do Minho/Portugal, trabalhou nessa área por mais de 20 anos. Participou de várias antologias e, em março de 2013, lançou seu primeiro livro nos USA, “Welcome to My Heart” pela PublishAmerica. Historicamente, foi a primeira vez que a editora aceitou publicar uma obra de um autor residente no Brasil. A publicação do livro ‘Welcome to My Heart’ foi um fato inédito para a PublishAmerica. “Sexo Gostoso” é sua segunda obra solo e a autora já está trabalhando na terceira.

E-MAIL PARA CONTATO




JOVENS DO SÉCULO XXI. UMA GERAÇÃO SEM REFERÊNCIA.

Escrito por Jorge Marques da Silva

A maioria dos jovens do século XXI não estão nem um pouco preocupados com um mundo melhor, justo, sem desigualdade social, sem corrupção e principalmente sem violência. Não são capazes de modificar o atual cenário da sociedade a que pertencem e ficam com seus braços cruzados, olhando para o céu esperando que alguém resolva ou que um milagre aconteça.
Muitos destes jovens são filhos de filhos da década de 60, geração que criou uma revolução para demonstrar a total insatisfação em relação a guerra. Muitos jovens daquela época tinha um mesmo objetivo que era o de encontrar soluções aos problemas inerentes da sociedade, bem como difundir a paz e o amor entre as pessoas.
Toda essa revolução que os jovens criaram na década de 60 ficou conhecida como movimento da contracultura, carinhosamente chamada de geração hippie que adotou um estilo de vida comunitário aberto a novas experiências.
Embalados por melodias dos Beatles, Rolling Stones, Janis Joplin, Jimi Hendrix, Pink Floyd, Yes , entre outros, viviam pela amizade, amor e felicidade. Este tempo, também foi um tempo que as drogas rolavam abertamente, mas em contraponto com a atualidade os jovens sabiam se controlar e o tráfico não existia.
Apesar de todo esse movimento de contracultura influenciar a política, musica, literatura, teatro, cinema, etc, ele caiu no esquecimento das gerações futuras.
A maioria dos jovens de hoje merecem simplesmente a nossa pena, pois não conseguem se unir para dar continuidade e só conseguem falar que são fãs incondicionais de rock’n roll porque querem merecer status de revolucionários.

UMA VIAGEM.....UM SONHO COLORIDO

Escrito por Jorge Marques da Silva

Relaxo meu corpo.
Alivio a tensão.
Balanços os braços.
Respiro fundo.
Deito sobre a areia límpida e suave.
Fecho os olhos vagarosamente.
Engulo tranquilamente.
Respiro suavemente.
Meu corpo adormece.
Minha mente se abre.
Minha alma levita.
Escuto a linda canção dos ventos.
Estou sobre lindos campos floridos.
Seres de luz me observam.
Sinto-me puro.
Sinto-me calmo.
Sinto-me em paz.
Sinto-me leve como o vento.
Abro os olhos lentamente.
A respiração suave.
O corpo relaxado.
Doce viagem.
Colore o dia.
Purifica a alma.
Acalanta a mente.

A SERVENTIA DOS SÍMBOLOS...... UM RETROCESSO.

Escrito por Jorge Marques da Silva

Criamos símbolos para o amor,
para a felicidade,
para a alegria,
para o choro,
para a infância,
para a juventude,
para a velhice,
para a tristeza,
para a morte.
Mas fica umas perguntas pairando no ar.
Para que criamos esses símbolos?
Será que não conseguimos nos expressar por nós mesmos?
Será que não conseguimos ser quem somos?
Com certeza sim!.......basta parar e pensar um pouco.
No mundo dos símbolos não precisamos pensar,
raciocinar,
desenvolver,
criar,
basta um copiar/colar,
porque os símbolos passaram a representar o que sentimos,
o que somos e o que queremos.
Se não pararmos com isso agora,
estaremos retornando a idade das pedras
e nos comunicando por pictogramas.

MUNDO VIRTUAL.....UM DESABAFO

Escrito por Jorge Marques da Silva

Sentado na frente da tela do computador, tento compreender o que esta escrito, mas não consigo.
Me sinto um ignorante, velho e acabado.
Levanto vou até a janela, acendo um cigarro, abro uma lata de cerveja e começo a  pensar nessa  minha falta de compreensão.
Será que sou ignorante e o que aprendi durante a vida não me valeu de nada?
Será que estou ficando velho e não consigo viver neste mundo virtual?
Será que estou acabado e o que me espera no futuro é um sofá no canto da sala para ninguém ver?
O cigarro acaba, a lata de cerveja esta vazia.....mas a minha mente começa a delinear uma resposta.
Abro uma outra lata de cerveja, volto para frente da tela do computador coloco minhas mãos sobre o teclado e começo a escrever estas linhas.
No início não compreendia o que estava escrito, mas agora que comecei a escrever minha mente começa a viajar, dou mais um gole na cerveja e continuo a escrever.
Ignorante!.....jamais, a vida me ensinou a ter amigos que conversam comigo presencialmente utilizando frases completas e  conclusivas, criar uma linha de raciocínio própria sem precisar um copiar/colar e principalmente saber ouvir, entender e assim poder gerar conhecimento.
Velho!.....pode até ser, mas a velhice é uma consequência de quem vive, por consequência disso vivo intensamente, converso muito, acredito naquilo que penso e tenho a certeza que não serei lembrado pelo que copie/colei e sim por aquilo que falei e escrevi.
Acabado!.....nunca, porque tenho forças para andar com minhas própria pernas, não copio pensamentos.....crio pensamentos. E quando a vida começar a se esvair terei mãos em meu ombro e não uma coroa de flores virtual ou uma mensagem de condolências criptografada na tela do computador.
E neste fim da escrita, levanto um pouco e percebo que a lata de cerveja esta novamente vazia.
Abro mais uma lata de cerveja, só que desta vez não vou a janela, volto para a frente da tela do computador , olho para o teclado, acendo um cigarro e volto para terminar o que comecei a escrever.
A viagem mental termina e concluo.....
Pena!.....Daquele que não consegue sequer escrever uma frase que agregue algum valor para a compreensão das coisas da vida.
Daquele que se tranca em seu quarto e passa o dia sem absorver conhecimento.
Daquele vê os amigo somente pela webcam e conversa pelo teclado utilizando pictogramas.
Paro....o cigarro na mão, a cerveja no final e a ultima escrita na tela do computador.....
Uma mão encosta no meu ombro.....respiro fundo.....levanto e saio caminhando em direção ao sol que iluminará as paginas do meu livro da vida....Não virtual e sim real.